lunes, 18 de abril de 2011

Las Galletas



"Las galletas"


   Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de
 espera de un aeropuerto.
Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y  también un paquete con galletas...
Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz...
A dos asientos de ella,  se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Entre ellos quedaron las galletas.
Cuando ella tomó la primera,  el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se le olvide!"... Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar...
Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "¿Qué hará ahora este abusador?". Entonces, el hombre dividió la última galleta y dejó una mitad para ella...
¡Ah!!! ¡No!!!...  ¡Aquello le pareció demasiado!!!... Se puso a bufar de la rabia!... Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque.
Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa,  allí estaba su paquete de galletas intacto, aún cerrado. . . ¡Sintió tanta vergüenza!!!
Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso! ...
El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar: ¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?
Recuerda; existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: Una piedra, después de haber sido lanzada; una palabra, después de haber sido proferida; una oportunidad, después de haberla perdido; el tiempo, después de haber pasado.


1 comentario:

  1. Todos cojeremos ese vuelo tarde o temprano, siempre hay tiempo para hablar, ya que en ese vuelo se termina el "espacio-tiempo" y ahi quien lo crea conveniente puede compartir las galletas kon un buen dialogo.

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