miércoles, 21 de septiembre de 2011

Solas. Nil `Na Lá


El viaje no era largo, pero a mi me lo parecía, porque siempre estaba deseosa por llegar a la casita azul de Valdoviño. Allí los caracoles suben por los muros en la mañana. Los días son largos y despreocupados... aunque parezca mentira, el olor al estiércol de las vacas, se me antoja el aroma más saludable del mundo. Las margaritas crecen hasta donde alcanza la vista. Mi columpio me invita al balanceo. Más tarde iré con mi padre a pescar unas anguilas al río, y de noche, cuando enciendan las bombillas debajo de la parra, yo me alejaré un poco para poder contemplar las estrellas con el acompasado cri-cri de los grillos...

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